Los primeros auxilios en la enfermería desempeñan un papel fundamental al brindar atención inmediata y esencial a personas que han sufrido lesiones, enfermedades repentinas o alguna urgencia médica. La capacidad de los/as profesionales de enfermería para realizar evaluaciones rápidas, administrar cuidados básicos y tomar decisiones informadas en situaciones de emergencia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
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Índice de contenidos
Primeros auxilios en enfermería
Los primeros auxilios en la enfermería son las acciones inmediatas que se realizan para proporcionar atención básica y urgente a una persona que ha sufrido una lesión o enfermedad repentina antes de que llegue el personal médico especializado. Estas acciones tienen como objetivo principal preservar la vida, prevenir complicaciones y aliviar el sufrimiento del/la paciente. Los primeros auxilios son esenciales en situaciones de emergencia y pueden marcar la diferencia en la recuperación del/la paciente.
¿Cuáles son los pasos básicos de los primeros auxilios?
Evaluación inicial del paciente
Antes de proporcionar cualquier tipo de ayuda, es crucial evaluar la seguridad del entorno. Asegúrate de que no haya riesgos adicionales para ti y para el/la paciente.
Evalúa la conciencia del/la paciente, su respiración y su pulso. Estos son pasos esenciales para determinar la gravedad de la situación.
Llamada de emergencia
Notificar a los servicios de emergencia es una de las primeras acciones a tomar. Cuanto antes llegue la ayuda profesional, mejor será la atención que pueda recibir el/la paciente.
Proporciona la información necesaria de manera clara y concisa, incluyendo la ubicación, la naturaleza de la emergencia y el estado del paciente.
Soporte vital básico
La RCP (resucitación cardiopulmonar) es una serie de técnicas que incluyen compresiones torácicas y ventilación para mantener el flujo de sangre y oxígeno cuando el corazón o la respiración de una persona se detienen.
La RCP es fundamental en situaciones de paro cardíaco y puede ayudar a mantener la función vital hasta que llegue la ayuda médica.
Control de hemorragias
Es crucial detener el sangrado lo antes posible. Se puede lograr aplicando presión directa sobre la herida con un apósito limpio o una tela.
Elevar la extremidad afectada puede ayudar a reducir el flujo sanguíneo hacia la herida y controlar la hemorragia.
Inmovilización de fracturas
La inmovilización evita movimientos adicionales que puedan causar más daño. Se pueden usar férulas o tablillas improvisadas para sostener la extremidad afectada. Evita manipular la fractura innecesariamente y busca ayuda médica para una evaluación y tratamiento más especializado.
Manejo de quemaduras
Para ello hay que enjuagar la quemadura con agua corriente fría ayuda a reducir la temperatura y aliviar el dolor. Después, se cubre la quemadura con un apósito limpio y no adhesivo para prevenir infecciones.
Posición lateral de seguridad
Colocar a una persona inconsciente pero que está respirando en posición de recuperación ayuda a mantener las vías respiratorias despejadas y evita la aspiración de fluidos.
Administración de medicamentos de emergencia
En algunos casos, como en reacciones alérgicas graves, puede ser necesario administrar epinefrina u otros medicamentos de emergencia.
La administración de medicamentos debe hacerse siguiendo protocolos específicos y teniendo en cuenta las alergias y condiciones médicas previas del paciente.
Es importante destacar que los primeros auxilios deben ser proporcionados por personal capacitado, como enfermeros, que tienen conocimientos específicos en el manejo de situaciones de emergencia. Además, es esencial actualizar regularmente las habilidades en primeros auxilios y mantenerse al tanto de las últimas recomendaciones y protocolos.
Situaciones de urgencia
Las situaciones de urgencia son eventos imprevistos que requieren intervención inmediata para preservar la vida, prevenir complicaciones y proporcionar atención adecuada. En el ámbito de la enfermería, los/as profesionales se encuentran frecuentemente ante situaciones de urgencia que demandan respuestas rápidas y efectivas. Algunos ejemplos de situaciones de urgencia incluyen paro cardíaco, accidentes cerebrovasculares, traumatismos graves, reacciones alérgicas graves, crisis respiratorias, hemorragias incontroladas, entre otros.
En estos momentos críticos, los primeros auxilios desempeñan un papel vital al permitir que los/as enfermeros apliquen técnicas especializadas para estabilizar a los/las pacientes antes de que llegue la ayuda médica más avanzada. La capacidad de evaluar la situación, tomar decisiones rápidas y realizar intervenciones adecuadas es esencial para minimizar el riesgo de daño y mejorar las posibilidades de recuperación del paciente.
La formación en primeros auxilios equipa a los/as profesionales de enfermería con las habilidades necesarias para abordar estas situaciones de urgencia de manera eficiente, contribuyendo así a la seguridad y bienestar de los pacientes.
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