La obesidad está cada vez más presente en la sociedad debido a nuestros hábitos alimenticios y a la poca actividad deportiva que se realiza. Existen diferentes tipos de obesidad, diversas causas y muchos otros factores que son importantes conocer para comprender mejor esta situación. Por eso, en el artículo de hoy hemos querido destacar la importancia de la obesidad y contarte todo sobre este tema. Además, si tu intención está relacionada con la formación, en nuestra web podrás encontrar la maestría en epidemiología que te aportará conocimientos y fundamentos para entender la epidemiología descriptiva de la obesidad.
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¿Qué es la obesidad?
La obesidad se define como un exceso de acumulación de grasa en el cuerpo. Estamos hablando de una cantidad tan alta de grasa que no solo interfiere en nuestra estética, sino que consiste en un problema que está directamente relacionado con otras patologías. Es decir, tener obesidad significa que hay mucho más riesgo de sufrir enfermedades cardiacas y arteriales.
Si el Índice de Masa Corporal (IMC) es más alto que 25 se considera que hay sobrepeso, pero si es mayor que 30 hay obesidad. Son muchas las personas que padecen esta enfermedad, por lo que ha pasado a ser una de las principales preocupaciones del sector de la salud.
Actualmente, más de 4 millones de personas mueren cada año por problemas relacionados con la obesidad o el sobrepeso. Por ello, se intenta dar información a la sociedad para que cuiden su alimentación, realicen deporte, acudan a revisiones médicas, entre otros aspectos.
Tipos de obesidad
Para calcular el nivel de grasa corporal, lo más usual es utilizar la fórmula del Índice de Masa Corporal. Así pues, según la OMS y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, la obesidad puede describirse de la siguiente forma:
- Normopeso: cuando el IMC se encuentra entre 18,5-24,9.
- Sobrepeso: el IMC está entre 25 y 29,9.
- Obesidad de grado 1: se considera el de más bajo riesgo. El IMC es de 30 a 34,9.
- Obesidad de grado 2: el riesgo es moderado y el IMC es de 35 a 39,9.
- Obesidad de grado 3: el riesgo es elevado con el IMC igual o mayor a 40.
- Obesidad de grado 4: se considera obesidad extrema y el IMC es igual o mayor a 50.
A continuación, te explicamos algunos tipos de obesidad según ciertas características.
Según la distribución de la grasa
Además de la clasificación anterior, existen otros tipos de obesidad dependiendo de la forma en la que se distribuye esta grasa excesiva.
- Obesidad periférica o en forma de pera: la grasa tiende a acumularse sobre todo por la zona baja de la cintura, en la zona de los muslos, glúteos y cadera.
- Obesidad central o en forma de manzana: como imaginarás, la grasa se encuentra principalmente en la cintura o por arriba de esta, localizada en el abdomen, el tórax, el cuello o en la cara.
- Obesidad homogénea: en este caso, el exceso de grasa se acumula en todas las zonas sin hacer resaltar ninguna en concreto.
Según la causa
Por otro lado, hay ciertas causas que provocan un tipo de obesidad, requiriendo un tratamiento acorde a este. A continuación, vamos a conocer los tipos de obesidad según la causa.
- Obesidad dietética: se produce por mantener hábitos de alimentación poco saludables. Es uno de los casos más frecuentes que provocan la obesidad infantil.
- Obesidad genética: otra de las causas más habituales es el condicionamiento genético.
- Obesidad de tipo nervioso: hay enfermedades como la depresión o la hipoactividad que pueden alterar los mecanismos de saciedad.
- Obesidad por defecto fermogénico: cuando el organismo no puede llevar a cabo el procedimiento adecuado con las calorías.
- Obesidad por medicamentos: existen fármacos que pueden generar la acumulación de grasa, como los corticoides.
- Obesidad por desajustes en el sistema de control de peso: cuando hay errores en el ajuste de la saciedad, el organismo necesita que se continúe comiendo, ya que nunca se encuentra satisfecho.
¿Cómo afecta la obesidad a la salud?
Tener un Índice de Masa Corporal elevado es un problema grave y que ocurre más a menudo de lo que pensamos. Entre sus consecuencias encontramos diferentes enfermedades no transmisibles, como son:
- Cáncer de colon, hígado, mama, próstata, endometrio, ovarios y riñones.
- Trastornos en el aparato locomotor.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Diabetes.
- Apnea del sueño.
Por otro lado, la obesidad infantil está muy relacionada con sufrir obesidad, muerte prematura y discapacidad al llegar a la edad adulta. Además, cuando los niños sufren obesidad, existen problemas respiratorios, más riesgo de hipertensión y de fracturas.
Epidemiología de la obesidad
A partir del año 1975, se ha visto un gran aumento de la obesidad mundial. Las cifras se han triplicado alrededor del planeta, por lo que supone un reto disminuir estos datos. Según algunas estimaciones de la OMS, en 2016 eran más de 1900 millones de adultos los que tenían sobrepeso, siendo alrededor de 650 millones los que llegaban a la obesidad. Así pues, en 2016, un 13% estimado de la población adulta mundial eran obesos. Y eso no es todo, pues se estima que hay unos 41 millones de niños menores de cinco años que sufren sobrepeso u obesidad. En cuanto los adolescentes y niños mayores de 5 años, más de 340 millones lo padecen. En 1975, estas últimas cifras no superaban el 4 %.
Resumidamente, la obesidad proviene de variados factores y causas, teniendo unas consecuencias negativas para la población. Hay que tener presente que la obesidad también reduce la calidad de vida en general, por lo que las personas no pueden llevar a cabo todas las actividades físicas que existen, sino que se ven enormemente limitadas.
Por todo lo que hemos leído a lo largo del artículo, poner fin a esto es necesario. Si quieres formarte en algo más concreto con lo que aportar una ayuda extra a las personas que lo sufren, también disponemos de una especialización en nutrición y dietética con la que conseguirás conocimientos en las necesidades nutricionales, los alimentos y muchos otros aspectos de interés.