Cada vez hay más personas que emplean los lentes de contacto para corregir problemas visuales, ya que aportan beneficios estéticos y prácticos. La palabra pupilentes es una de las formas que tenemos para referirnos a estos, aunque tiene algunas diferencias características con los lentes de contacto. En el post de hoy conoceremos en qué consisten y mucha otra información relevante sobre este tema. Además, disponemos de una maestría en óptica y optometría con la que podrás especializarte en el sector y aumentar tus competencias profesionales.
Índice de contenidos
¿Cómo funcionan los pupilentes?
Aunque el término pupilentes puede usarse como un sinónimo de los lentes de contacto, realmente hay ciertos detalles que los diferencian. Ambos conceptos hacen referencia a la corrección de trastornos que se producen en la vista. Sin embargo, los lentes de contacto son bastante finos, curvos y se tienen que posicionar sobre la película lagrimal. Por otro lado, los pupilentes (que también se pueden llamar lentes de contacto de color) tienen una forma esférica y disponen de muchos colores para crear otro aspecto.
Así pues, los lentes de contacto de color tienen la capacidad de corregir dos condiciones: la hipermetropía y la miopía. Mientras, los lentes de contacto normales pueden corregir hasta 4 condiciones: astigmatismo, miopía, presbicia e hipermetropía. Es importante tener en cuenta que los pupilentes también pueden usarse por estética, ya que no tienen que disponer de graduación obligatoriamente.
Métodos de uso para las lentillas
Si tienes intención de usar lentillas o te interesa conocer cómo se deben utilizar, es necesario que tengas en cuenta algunos aspectos de su cuidado y mantenimiento. A continuación, vamos a conocer estas pautas que debemos tener en cuenta:
- La desinfección y limpieza de las lentes es fundamental y necesaria para cualquier tipo de lentilla.
- Para colocar o retirar la lentilla se deben tener las manos limpias y secas.
- A la hora de almacenar los lentes de contacto, es esencial disponer de soluciones adecuadas para ello. Además, nunca se debe reemplazar esta solución por agua.
- Si se trata de lentillas de reemplazo diario, solo se usan durante una ocasión.
- En caso de ser para reemplazo mensual, con una mayor resistencia, es posible usarlas durante 30 días seguidos.
- También existen lentillas de uso prolongado (no es necesario retirarlas durante la noche), aunque no suele ser el caso de los pupilentes.
Tipos de lentes de contacto
Existen distintos lentes de contacto según el material con el que se fabrican, las patologías que corrigen o su durabilidad. Para saber cuál es mejor según lo que se esté buscando, vamos a descubrir en qué consiste cada tipo de lentillas.
Lentillas según las patologías
En primer lugar, vamos a conocer tres tipos de lentillas que están desarrolladas para corregir ciertas alteraciones visuales.
- Lentes de contacto tóricas: son ideales para compensar el astigmatismo. Con su forma, ayudan a corregir la forma de la córnea.
- Lentes de contacto esféricas: en este caso, el diseño de esta lente sirve para corregir la hipermetropía y la miopía.
- Lentes de contacto progresivas o multifocales: su función es tratar alteraciones como la miopía y la hipermetropía, pero sobre todo está indicada para la presbicia. Sus características permiten que se consiga enfocar a diferentes distancias.
Lentes de contacto según su durabilidad
Aunque ya conocemos esta clasificación, vamos a profundizar más en los lentes desechables y los reutilizables para descubrir sus características.
- Lentes de contacto reutilizables: este tipo de lentillas pueden ser semanales, mensuales, trimestrales y anuales. Dada su composición, estos lentes pueden usarse diariamente, pero no es necesario desecharlos al quitarlos, sino que deben limpiarse y almacenarse correctamente hasta el próximo uso.
- Lentes de contacto desechables: si se utilizan por la mañana, al llegar la noche habrá que desecharlos. Se trata de una opción beneficiosa para usar en días especiales.
Material de las lentillas
Dependiendo del material del que se componen las lentillas, hay diferentes opciones para elegir:
- Lentes de contacto blandas: su composición está hecha a base de hidrogel de silicona. Es una opción muy cómoda que ayuda a que el ojo y la córnea tengan más oxigenación. Asimismo, consiguen evitar la irritación de los ojos y la sequedad.
- Lentes de contacto duras: al contrario que la opción anterior, estas lentillas no permiten que el oxígeno acceda al ojo. Son las primeras lentillas que se lanzaron al mercado, por lo que poco a poco van quedando atrás para ser reemplazadas por materiales nuevos.
- Lentes de contacto semirrígidas: van sustituyendo a las duras, ya que su fabricación se desarrolla con un material poroso que permite el acceso del oxígeno.
¿Cómo se colocan los lentes de contacto?
¿No sabes cómo se colocan las lentillas? Aunque muchas personas piensan que los lentes de contacto son complejos de usar e incómodos, lo cierto es que siguiendo una serie de pasos pueden colocarse y retirarse en unos segundos. Además, es recomendable seguir estos pasos para evitar que se produzcan infecciones o daños en los ojos.
- Antes de comenzar, es importante que te laves y seques las manos.
- Saca la lentilla de su cajita o estuche de almacenamiento y comprueba a qué ojo pertenece. Si tienes la misma graduación en ambos ojos, este dato es indiferente.
- Ponte la lentilla en el dedo índice y verifica que está en la posición adecuada y no al revés.
- Sujeta el párpado superior con el dedo corazón y el párpado inferior con el mismo dedo de la otra mano (en la que tendrás la lentilla).
- Mira hacia arriba y coloca la lentilla en el ojo.
- Suelta lentamente los párpados.
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