Los psicofármacos tienen diferentes utilidades, pues son usados en el sistema de salud para tratar diferentes afecciones, malestares y enfermedades tanto físicas como mentales. No obstante, también existe un claro riesgo de mal uso de este tipo de medicamento. Por esta razón, la mayoría de estos medicamentos se encuentran controlados y solo se pueden vender con receta.

Conocer cuál es la utilización y uso recomendado de este tipo de medicamentos es crucial para prevenir complicaciones por un mal uso. Una de las nuevas aplicaciones es en la dermatología. Y es que se suelen recetar psicofármacos para el tratamiento de psicodermatosis y otras enfermedades de la piel que están relacionadas con el estrés.

¿Quieres saber qué son los psicofármacos, cómo se clasifican y dónde aprender más sobre ellos para contribuir a un uso más responsable? Sigue leyendo, te contamos todo a continuación.

¿Qué son los psicofármacos?

Los psicofármacos son todos aquellos medicamentos desarrollados para tratar un amplio abanico de enfermedades mentales. Algunas de ellas son la depresión, la esquizofrenia, los trastornos de ansiedad, las manías obsesivo-compulsivas, el insomnio, la angustia, la bipolaridad, etc.

Estas enfermedades mentales se pueden catalogar de distintas maneras, como trastornos o alteraciones de la esfera psíquica, que se pueden manifestar con diferentes síntomas. Según sea el caso, al paciente se le recetará el tipo de psicofármaco más adecuado para tratar su enfermedad o los síntomas de la enfermedad mental.

Desafortunadamente, existe un elevado índice de pacientes que recurren a estos medicamentos sin acudir antes con un especialista psiquiatra, lo que puede provocar complicaciones en la salud y hasta la muerte.

Según un estudio publicado en Statista, en el 2019 se registraron 796 muertes por envenenamiento accidental por psicofármacos y drogas de abuso. Esto habla de una tendencia que está en auge, en el que las personas piensan que un medicamento los puede ayudar, sin considerar las complicaciones de no usarlas bajo la supervisión de un psiquiatra.

Clasificación de los psicofármacos:

Todos los psicofármacos se clasifican según sus beneficios y aplicaciones terapéuticas, como verás a continuación.

Ansiolíticos e hipnóticos

En esta clasificación encontramos a los fármacos sedantes cuyo principal efecto y función es relajar e inducir el sueño en el paciente que lo consume. Muchos de los ansiolíticos también se conocen como “tranquilizantes”, mientras que a los hipnóticos se les suele llamar “sedantes”.

En el caso de los ansiolíticos, su uso recomendado es durante la noche, para pacientes que experimentan dificultades para conciliar el sueño. Mientras que los fármacos hipnóticos pueden ser consumidos durante el día, pues su función principal es “sedar” o relajar al paciente, sin llegar al grado de provocar el sueño.

Antidepresivos

Como su nombre lo indica, los antidepresivos son fármacos recetados para el tratamiento de la depresión en pacientes con depresión clínica o depresión crónica.

No obstante, no se recomienda el uso de antidepresivos en pacientes que han experimentado un cuadro depresivo. Diagnosticar la depresión es responsabilidad del psiquiatra, es un trastorno que puede venir acompañado de diferentes síntomas graves que afectan a la salud mental.

Los antidepresivos son, a su vez, uno de los medicamentos más consumidos sin receta por adolescentes y jóvenes adultos cuando se sienten tristes o melancólicos durante varios días.

Existen diferentes tipos de depresión, y el uso de antidepresivos se recomienda en casos extremos, donde este trastorno mental compromete la salud física y mental del paciente.

Psicoestimulantes

Los fármacos psicoestimulantes también se conocen como potenciadores cognitivos, ya que tienen un efecto estimulante que potencia las funciones cognitivas del paciente, aumentando la concentración.

Es por este efecto que suele recetarse para el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Desafortunadamente, el uso de este tipo de fármacos se ha extendido en Estados Unidos entre estudiantes universitarios para lograr mayor concentración.

Se debe hacer especial hincapié en la diferencia entre sustancias psicoestimulantes y fármacos psicoestimulantes. En la primera categoría encontramos sustancias como el café, chocolate y otros similares que no entran en la categoría de psicofármaco. Mientras que entre los fármacos psicoestimulantes encontramos la dextroanfetamina, combinación de dextroanfetamina y anfetamina y metilfenidato en categorías de medicamentos controlados.

Antipsicóticos

Los antipsicóticos son medicamentos que impiden la acción de químicos en el sistema nervioso y son utilizados para el tratamiento de la psicosis y trastornos psicóticos, como la esquizofrenia, manías y cuadros de agitación grave.

El control de estos medicamentos es mayor, ya que su abuso puede provocar graves efectos secundarios.

Fármacos antidemencia

En esta clasificación se encuentran los fármacos utilizados para el tratamiento de enfermedades como el Alzheimer, pues pueden ayudar a reducir o controlar algunos síntomas cognitivos y conductuales provocados por la demencia.

En la demencia encontramos todo un cuadro de enfermedades provocadas por el envejecimiento del cerebro y otros males mentales propios de la vejez, pero existen casos en jóvenes que pueden padecer demencia y ser tratados con estos fármacos.

Eutimizantes

Por último, encontramos los medicamentos y fármacos utilizados para estabilizar los estados de ánimo del paciente, o fármacos eutimizantes.

Son utilizados en la psiquiatría para el tratamiento de trastornos que afectan el estado de ánimo del paciente, similares a la depresión, pero caracterizados por los cambios drásticos y muy marcados del humor y energía del paciente.

Se pueden recetar a pacientes con tendencia a padecer cuadros depresivos breves (de pocos días) para prevenir estos cuadros y episodios de manía relacionados con el cambio repentino del estado de ánimo.

¿Dónde aprender de los psicofármacos?

Para aprender más, puedes recurrir a revistas médicas especializadas en psiquiatría, psicología y demás especialidades sobre el tratamiento de las enfermedades mentales y trastornos del comportamiento. Sin embargo, existen muchas especializaciones de la salud mental que un psiquiatra debe conocer antes de poder diagnosticar a un paciente y recetar psicofármacos.

Desde la Escuela de Postgrado y Medicina ofrecemos la maestría en salud mental la cual va dirigida a cualquier persona que quiera complementar conocimientos con relación en este ámbito profesional. Por ello, permite, conocer la salud mental y personalidad normal, los factores causales de la enfermedad mental y las alteraciones psicopatológicas. De la misma forma, enseña sobre los diferentes trastornos, los tratamientos en salud mental y la función de los psicofármacos.

No obstante, proporciona información acerca de la actuación ante el enfermo mental, los trastornos relacionados con sustancias y la intervención social en la drogodependencia, entre otros aspectos relacionados.